En el hecho, duramente repudiado por la opinión pública, murió el menor y resultaron heridos varios policías
Por: Juan Esteban Silva, BLU Rardio
Se trata de Heriberto Grueso Estupiñán, un niño de 11 años que fue engañado para llevar un paquete a la estación de policía del municipio de El charco, en Nariño. Heriberto murió aquella tarde, a las 4:40 de la tarde, en un momento doloroso para sus familiares y para el país cuando se conoció la noticia
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Un Tribunal Administrativo de Nariño había ya proferido condena por la explosión que provocó destrozos en la estación del pueblo y que causó la muerte de este joven estudiante, cuyos sueños se vieron truncados por la violencia.
El fallo del tribunal señalaba que todo era producto “de la acción demencial de un grupo armado al margen de la ley, que se aprovechó de la inocencia de un niño para concretar sus intenciones terroristas”.
El Consejo de Estado ratificó la condena en contra del Ministerio Defensa y la Policía Nacional.
“Al estar probado que la bomba estaba dirigida en contra de los agentes de la estación de la Policía Nacional de El Charco, Nariño, punto que no fue objeto de discusión, además, que la explosión produjo al mismo tiempo un daño de naturaleza grave o anormal que le impuso un sacrificio mayor a un individuo o grupo de individuos determinado, en este caso al menor Heriberto Grueso Estupiñán y su grupo familiar, se rompe el principio de igualdad ante las cargas públicas”, dice uno de los apartes del fallo.